El gato estaba inquieto, allí dentro no se veía nada. Empezaba a oler raro, y en poco tiempo el animal murió.
En la gran pizarra, el profesor explicaba unas complicadísimas ecuaciones. Los alumnos discutían las posibilidades de si el gato estaría muerto o todavía vivo.
En la última fila, Pedro, demasiado soñador, o demasiado torpe, pensaba que si el gato de Schrödinger estaba muerto, para qué tanta discusión. Y si estaba vivo, se iba a morir cuando le faltara el oxígeno dentro de la caja.
Alais, cómo recuerdo este micro!! Es de los que se mantiene en el tiempo, por original, bien escrito, y por ese broche final tan fantástico.
ResponderEliminarCuántas veces nos vemos inmersos en debates absurdos, que nos llevan hacia “ningún sitio”, que nos alejan de lo importante, y lo que es peor, dejando victimas en el camino. El Ser Humano es tan irracional que da miedo.
Besos y abrazos.
Ay, sí, yo también lo recuerdo, es de los primeros que leí en Gigantes. Me sorprendió muchísimo. Es una auténtica maravilla. Besos.
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